sábado, 25 de octubre de 2014

Nuestro tiramisù


Una canción para derretirnos más rápidamente: Soul Meets Body - Death Cab For Cutie (2005), porque comiendo tiramisù cuerpo y alma se funden.

En la vida podrás probarlo de cualquier forma, de cualquier ingrediente, pero el tiramisù de tu casa siempre seguirá siendo EL tiramisù, el de toda la vida, que con cada bocado te hace revivir un momento diferente, te lleva a otros tiempos, el único, el insuperable. No hay manera de definir la sensación que pruebas comiéndolo, lo único que puedes hacer es compartirlo, esperando vislumbrar en la cara de tu gente el mismo brillo que se enciende en la tuya cuándo hueles su perfume a cacao, mascarpone y café. Yo soy Anna, y este es mi tiramisù.

Ingredientes para 3 tiramisú medianos (6 personas en total):
500g de queso Mascarpone fresco
2 huevos bio fresquísimos
200g de galletas Savoiardi (es su ausencia, intentad con unos melindros sutiles)
3 cucharadas de azúcar
un plato hondo de buen café casero
1-2 cucharadas de coñac
50g de chocolate negro 70%
dos cucharadas de cacao amargo


Empezamos preparando el café y añadiéndole una cucharada escasa de azúcar. A parte, tenemos que separar cuidadosamente las yemas de las claras. Ponemos las yemas en un bol grande y las batimos con 2 o 3 cucharadas de azúcar unos 5 minutos, hasta obtener una crema clara y espumosa. Añadimos el Mascarpone y el coñac a la crema y mezclamos cuidadosamente. En otro bol montamos las claras a punto de nieve (si damos la vuelta al bol, no tienen que moverse). Ahora, con mucha delicadez, vamos incorporando las claras a nuestra crema de Mascarpone. Ha llegado el momento de crear nuestro sublime tiramisù: en el fondo del contenedor ponemos una capa de galletas que iremos sumergiendo en el café de manera que estén mojadas pero no machacadas (hay que ser rápidos: si usamos los melindros, mejor disponerlos en el fondo del contenedor e ir mojandolos con una cuchara); luego añadimos la mitad de la crema, completamos con unos trocitos de chocolate y volvemos a repetir las mismas capas acabando esta vez con el cacao espolvoreado y otros trozos de chocolate. Dejar descansar el la nevera por lo menos tres horas antes de probarlo y volver conmigo a una noche de un sábado cualquiera en la cocina de mamá. -Anna-



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